Calle Principal
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Calle Principal
Al salir de la taberna empece a buscar al dichoso trell por todas las calles que podía, pero dada la marabunta de gente que había en la ciudad las posibilidades de encontrarme con en de nuevo eran mas bien escasas. Tas recorrer barias calles secundaria y algún que otro callejón fui a dar a la calle principal de la ciudad. Estaba llena de tiendas de todo tipo, así como de viajeros y de algún que otro mercader ambulante, sin contar la evidente presencia de soldados para controlar los hurtos.
- Sera mejor que me olvide del trell por ahora
Empece a recorrer los tiendas mirando diversos objetos y piedras extrañas, tras un par de horas caminando y después de compra un par de botellas de sake me senté en una de las esquinas que tenia la calle con un callejón a beber lo comprado haber si así me olvidaba por un momento el robo al que había sido sometido.
- Sera mejor que me olvide del trell por ahora
Empece a recorrer los tiendas mirando diversos objetos y piedras extrañas, tras un par de horas caminando y después de compra un par de botellas de sake me senté en una de las esquinas que tenia la calle con un callejón a beber lo comprado haber si así me olvidaba por un momento el robo al que había sido sometido.
Rastik- Cantidad de envíos : 15
Fecha de inscripción : 26/05/2009
Re: Calle Principal
De pronto el golpe de un soldado me despertó en plena noche. Parece ser que tras dos botellas de sake habían echo que me quedase dormido, aunque puede que el echo de llevar 3 días son dormir también influyera. El soldado volvió a golpearme con un pie para que me levantara mientras me decía algo así como que no se permitían mendigos en la ciudad. La verdad es que con el sueño aun presente y el ligero dolor de cabeza provocado por el alcohol no le prestaba demasiada atención. Me levante como pude, entre empujones y malas palabras, recogiendo del suelo mi katana y unas monedas que algún alma caritativa había dejado pensando que era un mendigo. Aunque la verdad, dado el persistente olor a alcohol y lo sucio que llevaba el quimono era bastante normal que tanto el soldado como la persona que dejara las monedas lo pensara.
- Tranquilo, tranquilo ya me marcho.
Dije con una voz un tanto somnolienta mientras me colocaba la katana a la cintura y me estiraba. El soldado al ver que ta me iba me dejo tranquilo, aunque asta que salí de la calle principal no me quito el ojo de encima. En el cielo una majestuosa luna llena de color miel alumbraba las calles y caminos oscuros por los que me movía asta la gran, entrada por la que salí sin un rumbo fijo en mente.
- Tranquilo, tranquilo ya me marcho.
Dije con una voz un tanto somnolienta mientras me colocaba la katana a la cintura y me estiraba. El soldado al ver que ta me iba me dejo tranquilo, aunque asta que salí de la calle principal no me quito el ojo de encima. En el cielo una majestuosa luna llena de color miel alumbraba las calles y caminos oscuros por los que me movía asta la gran, entrada por la que salí sin un rumbo fijo en mente.
Rastik- Cantidad de envíos : 15
Fecha de inscripción : 26/05/2009
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