El claro de reunion

El altar estaba perfectamente colocado mirando al Este, por donde los primeros rayos del Sol surgían perezosamente. La agradable música del bodhram inundaba el claro con su pureza. Con la espada el Sumo sacerdote trazo el círculo druídico en sentido horario, comenzando desde el Este.

Itir observo encandilado la perfección de los movimientos nacidos de la sabiduría y el conocimiento, que parecían inspiración divina. Mientras, el altar de piedra comenzaba a quedar encerrado en el centro del círculo
Mientras el sumo sacerdote dibujaba el círculo comenzó a entonar una plegaria con su voz profunda y grave.

- Consagro este círculo de fuerza a los antiguos dioses para que en él puedan manifestarse y bendecirnos-

Trazado el círculo, el Sumo sacerdote se volvió hacia el altar del centro y mirando hacia el este, alzo la refulgente espada en señal de bienvenida, mientras seguía con la plegaria.

- ¡Oh Espíritu, gran espíritu!, pido tu bendición en esta ceremonia de Samhain. Espíritu de este círculo, espíritu de este lugar, pido tu bendición, guía e inspiración en esta ceremonia.- Mirando con solemnidad a los allí reunidos continuo con la diatriba.- Esta es una vez, que no es una vez, un lugar que no es un lugar, una noche que no es una noche porque estamos en el umbral entre dos Mundos, dos dimensiones que se yuxtaponen, ante un finísimo velo que nos separa.-

Mirando hacia el Este los allí reunidos (entre los que se encontraba Itir) correspondieron al sumo sacerdote y se unieron al cantico.

- Con la bendición del salmón de la sabiduría, que vive en las sagradas aguas del pozo, yo invoco a las fuerzas del Este. Os doy la bienvenida a este círculo espíritus del Este.-

Juntos como si fueran uno solo, tomaron el hidromiel que había sido queimada en el caldero de hierro colado y negro. Acto seguido continuaron con el ritual.

- ¡Bendice oh Cerridwen! A nosotros criaturas del Agua, los que mantenemos viva tu memoria y recuerdo. Qué siempre podamos recordar las aguas del renacimiento.-

Como un solo hombre se giraron Mirando hacia el Sur.

- Con la bendición del Gran Ciervo, llamo a los poderes del Sur. Espíritus del Sur, os doy la bienvenida a este círculo.-

El sumo sacerdote Se dirigió hacia el fuego de la hoguera mientras juntos entonaban el cantico.

- ¡Bendice o Lugh!, el luminoso, a nosotros criaturas del fuego, que te recordamos en todos los sagrados fuegos de nuestros hogares, en cada alborada cuando tus rayos alimentan nuestros corazones. El fuego de la vida que danza en las almas e interior de todas las formas de vida creadas.-

Mirando hacia el Oeste entonaron.

- Con la bendición del halcón que vuela en el puro y claro aire, yo invoco a los poderes del Oeste. ¡Espíritus del Oeste, os doy la bienvenida a este círculo.-

El sumo sacerdote se dirigió hacia su ayudante, que le entrego el incensario con gesto de sumo respeto. Balanceando alrededor del círculo, el claro se inundo con el penetrante olor a incienso.

- Bendice Daghda, Gran Padre, a nosotros criaturas del Aire, los que siempre recordamos tu soplo divino sobre todas las cosas, para que siempre escuchemos los vientos y brisas del espíritu que nos traen las voces y murmullos de los antepasados llenos de sabiduría.-

Mirando hacia el Norte alzaron la voz exultantes.

- Con la bendición de la Gran Osa del cielo y de lo profundo de la fecunda tierra, yo llamo a las fuerzas del Norte. ¡Espíritus del Norte, os doy la bienvenida a este círculo.-

Uno a uno el sumo sacerdote entrego una hogaza de pan mientras el receptor entonaba el cantico final.
Al fin el sumo sacerdote llego hasta el. Nervioso ante la imponente presencia del superior de la orden Itir cogió la hogaza con mano ligeramente temblorosa. Y metiéndola en su boca la trago y aclarándose la voz recito su parte del ritual.

- ¡Bendice Gran Madre Dana!, a nosotros criaturas de la tierra y de tu tribu, los que siempre mantenemos viva tus enseñanzas, con la misma entereza que nuestros antepasados. Que podamos siempre recordar la Amada Tierra que nos da alimento.-

Con estos ya tenían el círculo trazado e invocado sus cuartos. Itir observo la mirada aprobatoria del Sumo sacerdote, e inclino su cabeza de modo respetuoso. La reunión podía proseguir su curso.

Unas horas más tarde el largo ritual dio a su fin.

Agotados por los rezos vespertinos que habían durado toda la mañana, los sacerdotes se sentaron en corrillos sobre la fresca hierba formando anillos concéntricos alrededor del círculo sagrado, donde se sentaron los sacerdotes más importantes de la orden.

Itir, como el último sacerdote Carabiro en entrar en la orden se sentó junto al resto de los novicios, saludando silenciosamente a los ahí reunidos, que le correspondieron con gestos amables.

Una Gran sacerdotisa Trell a la que Itir no tenía el gusto de conocer, se alzo desde su puesto situado en el círculo central, y entono el rito de bendición alzando un pan en su mano.

- Madre Tierra, de ti hemos nacido y a ti regresaremos al final de nuestro ciclo. En nombre de nuestros antepasados, te damos gracias. Tú alimentas nuestros cuerpos y nuestra alma con tus dones de belleza y abundancia. Igual que tu nos honras con una vida tan preciosa, nosotros te correspondemos honrándote. Bendigo este pan en tu nombre. El pan ha sido bendecido. El primer trozo lo entregamos a la madre Tierra y a este fin dejo trigo en tu seno para que crezca.-

Con gesto solemne partió el pan y esparció las migas sobre el suelo.

Entonces el Sumo sacerdote que estaba sentado enfrente de la Gran sacerdotisa se irguió solemne y alzando la copa de hidromiel con sus ancianas manos le correspondió con voz poderosa.

- En el nombre de todos los Dioses de nuestros antepasados, te damos gracias. La luz del sol y la bendición de la lluvia cae sobre el cuerpo de nuestra Madre, que nos entrega sus dones. Bendigo este hidromiel en el nombre de todos ellos. El aguamiel ha sido bendecida y a ti madre Tierra , te damos la primera.-

Inclinando la copa vertió un poco de aguamiel en la Tierra.

Alzando su voz la Trell afirmo.

- Comamos y bebamos, que nadie conozca sed o hambre.-

Acercándose el uno al otro, el Sumo sacerdote y la Gran sacerdotisa, se hicieron la ofrenda.

Con prestancia un grupo de sirvientes comenzaron a repartir la comida, el pan y el aguamiel entre los comensales en el sentido del ciclo del sol, alrededor del círculo, mientras el aroma de la carne de venado y las verduras asaltaban placenteramente sus fosas nasales.

Ambos, juntos en hermandad exclamaron al unisonó.

- ¡Que empiece la fiesta!-

Y todos comenzaron a comer.

Guroi de pocas palabras, Itir se dedico cuasi exclusivamente al contenido de su plato, escuchando las animadas conversaciones de sus compañeros de círculo con ligera curiosidad. Fue así como se entero que para algunos de ellos también era el primer ritual de consagración del círculo en el que habían participado.

La Gran sacerdotisa Trell permaneció en pie, amenizo la velada con voz cristalina iniciando la lectura de textos sacros adecuados para la ceremonia de Samhain, a la que los bardos del Gorsedd se unieron, contando historias o entonando canciones en honor de la estación, a la Tierra, y a la comunidad.

“Oh Diosa, guardiana de los misterios, enséñanos ahora a atisbar el Otro Mundo. Nuestros queridos ancestros, nuestros hermanos del otro Lado, están allí, en el País de la Luz. Que un poco de esta Luz llegue hasta nosotros, a través de ellos. Los amamos y recordamos con alegría. Permítenos estrechar nuestros lazos con ellos aún más, en esta noche de Samhain".

"El puente entre ambos mundos se ha tendido".

"El velo entre los mundos se está diluyendo".

"Alegrémonos. El puente entre los mundos se ha tendido, el velo se ha abierto y la unión entre ambos Mundos se ha hecho. Demos gracias en nombre de nuestros dioses, facetas del Todo Absoluto, por lo que nuestros seres queridos han compartido con nosotros en sus vidas, en su sabiduría y en su amor. ¡Os saludamos, antepasados, que habéis partido hace mucho o hace poco al Otro Lado!".

Acabado de leer el texto, todos los allí reunidos dejaron de comer e invocaron cinco veces a la Awen, representación mística de la inspiración

- ¡AWEN, AWEN, AWEN, AWEN, AWEN!-

Y la fiesta prosiguió agradablemente.

El caballo resoplo mientras olisqueaba el aire, pateo el suelo nervioso.

-Vamos vamos Vallecano ahora te doy un poco de alfalfa.

Saque un poco de alfalfa de la mochila ke cargaba y la arroje a los pies del caballo, resoplo y agradecido mientras comenzaba a alimentarse, saque un poco de cecina duray mastique, un aulido rasgo el aire, bostece y me guarde la cecina, los lobos eran mala cosa.

-Vallecano es hora de irnos.

El caballo resoplo y dejo la alfalfa ke le quedaba y se acercco raqueteante al trell, sonrei por al fidelidad de mi corcel, salte a su lomo y tire de lass riendas, pronto el aullido de los lobos se hizo mas presento, un lobo salio corriendo por la derecha, el caballo se encabrito y salio despedido sin preocuparse por su jinete.

-Agh¡¡¡ Vallecano maldito¡¡¡

el caballo siguio su camino por el bosque seguido d elos lobos, al cabo d epoco estos ya se habian perdido pero el cabalo continuo su desbocada carrera, salto un gran tronco para entrar en un claro derribandome, rode por el suelo para acabar estanpandome contra una piedra mientras maldecia.

-Vallecano maldito...

Itir se encontraba acabando ufanamente con su plato, totalmente abstraído en sus pensamientos cuando de pronto escucho un golpetazo detrás de él y una maldición entre dientes. Alzando la mirada se figo que todo el círculo de novicios, miraba detrás de él con gesto sorprendido.

Girándose lentamente, se encontró cara a cara con un Trell desconocido que se rascaba el cogote con gesto dolorido, al otro lado de la piedra en la que se había estado apoyando para comer a gusto.

- ¿Se encuentra bien caballero?- Pregunto enarcando una ceja interrogante.

gruñi mientras me incorporaba y me rascaba las partes doloridas, alce la vista, habia un gran numero de gente sentada en un circulo, uno de ellos se giro y me dirigio la palabra.

-¿Bien? o si claro, solo me acabo de estampar contra una piedra tras caerme del caballo claro que estoy bien, como no voy a estarlo.

conteste ceñudo, alce la vista para observar aquella extraña reunion, mi caballo estaba justo al otro lado del claro robandole el pan a uno de los sentados sin que se enteraso, suspire y me rasque la cabeza dolorido.

¿que se supone que es esto?¿una macroorgia?

Algunos de los novicios situados detrás de Itir, realizaron exclamaciones ahogadas ante las palabras del extraño y mal hablado sujeto. El por otra parte tubo que reprimir la carcajada que pugnaba por salir de su garganta. Finalmente se aclaro la garganta y respondió tan solemnemente como pudo.

- No es ninguna orgia caballero. Somos sacerdotes Carabiros, Nos reunimos aquí hoy para realizar la sacra celebración del Samhain.-

- Si quiere puede unirse a nosotros, siempre hay lugar para invitados.- Se ofreció haciendo un gesto de invitación para que se sentase a su lado.

Mmm, se weno, por que no, aunque creo ke no comparto sus ideales religiosos, es mas, creo que no tengo...

sonrei y me sente al lado del guroi y volvi a sacar el trozo de cecina.

- Mi nombre es growin, growin lavisqui, encantado.

alce la mano dispuesto a estrecharsela, de buena fe.

Sonriendo agradablemente acepto la mano del sujeto apretando con firmeza.

- Mi nombre es Itir Rumnaheim, es un placer conocerle.-

Hico un gesto para llamar la atención de uno de los sirvientes, que solicito trajo una jarra de hidromiel y un plato con jugosa carne de gamo para el tal Growin.

- Tal vez prefiera comer algo más jugoso que la cecina.- Sopeso con tranquilidad.- No se preocupe no hace falta comulgar con nuestras creencias para ser invitado a nuestra celebración.-

-En ese caso creo que aceptare gustoso la oferta.

Guarde el trozo de cecina en el zurron y agarra el plato y la jarra, di las gracias y bebi un largo trago a la jarra.

- ahhh... fresquita, es como si un dios se pasease por tu garganta...

deje la jarra en el suelo y di un bocado al trozo de gamo, mastique suavemente y trague.

--Mmm... deliciosa, hecha por fuera tierna por dentro. No se como puedo agradeceros el que compartais conmigo vuestras delicias Itir.

Algunos de los iniciados del círculo murmuraron un poco escandalizados por el comentario del dios paseándose por la garganta. Itir por otro lado le resto importancia totalmente.

- Ho no se preocupe, no hay nada que agradecer, aunque tal vez pueda correspondernos contándonos su historia.-

Sonrei al ver la reaccion de los acolitos.

-Parece que mis comentarios no son muy bien recibidos, jeje.

asenti ante las palabras de Itir.

-Bueno supongo que te referiras a la historia de como he llegado hasta aqui. Veras, estaba tomando un descansito con mi caballo Vallecano.

Señale al caballo que se comia el pan robado.

- Total, que estabamos tranquilamente almorzando cuando aparecieron un par de lobos, en fin, que Vallecano se encabrito un poco y se desboco, aunque ya habiamos dejado atras a los lobos no quiso parar, asique me arrastro hasta aqui, el resto lo sabeis, salto el tronco me cai y coche contra usted.

Termine la historia y bebi otro trago seguido de un gran bocado.

Había esperado que le contase algo más profundo, como quien era, de donde venia, o a que se dedicaba, pero el desparpajo de aquel desconocido le resulto extrañamente interesante. Tal vez fuese porque se trataban de dos polos totalmente opuestos.

- ¿Y se dirigía a algún punto en concreto antes de que su caballo le descabalgase de su grupa?- Inquirió curioso.

me rasque la cabeza ante aquella pregunta.

- Pues la verdad, no, ultimamente viajo sin rumbo por el simple gusto de vivir aventuras, tras haver vivido mas de 20 años en una feria al final termina cansandote...

deje la jarra en el suelo.

-Y ustedes se dirigian a algun lugar antes de realizar el.. ¿ritual?

Itir negó con la cabeza.

- No nos dirigimos a ningún lugar en concreto. – Comenzó a explicar con voz profunda.- Cada final de temporada de cosechas, los Carabiros nos reunimos en estos bosques para celebrar el Samhain que en antigua lengua significa “el fin del verano” es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo, a trabes del cual recordamos a nuestros ancestros y les agradecemos su sabiduría e inspiración.- Masticando los últimos pedazos de carne finalizo su explicación.- Una vez finalizada la celebración, los sacerdotes vuelven a sus lugares de meditación, y los novicios iniciamos nuestro viaje iniciático para aprender de la sabiduría de todos los pueblos, razas y culturas.-

-Huala, suena bien, yo tengo mucha sabiduria, o eso creo, no se... he vivido en una feria toda mi vida, algo he tenido que aprender aparte de mi arte.

arranque un gran pedazo de carne y hable mientras masticaba.

-Y cuaf ef tu arte?

trage la carne y di un pequeño erupto.

-Perdon,queria decir qe cual es tu ''rango'' y como te desenvuellves mientras viajas.

- ¿Mi arte?- Pregunto Itir un poco descolocado.- bueno de rango soy un mero iniciado, de hecho soy el último de los discípulos en pasar las pruebas iniciáticas de el último ciclo estival.-

Atusándose la barba se recostó en la roca para hacer la digestión.

- Mientras realizamos el viaje iniciático solo contamos con nuestra inventiva para costearnos el largo trayecto, conseguir nuestra propia financiación es parte del aprendizaje.-

sonrei.

- Weno itir, con tu arte me refiero a como consigues sobrevivir, yo por ejemplo, soy mago, o proyecto de mago como me gusta llamarme a mi jeje...

me acabe la carne y la jarra y me limpie la boca con la manga.

- Por cierto, no habra por aqui cerca una ciudad no? no creo que pueda sobrevivir mucho a base de cecina dura.

- Hummm, aquí cerca está la ciudad de Génova, son unas 2 horas hacia el norte, menos si vas a caballo.-

Irguiéndose un poco de su reposada posición miro a Growin con interés renovado.

- Si quieres puedo guiarte, total, la celebración ya ha terminado y este sería un buen inicio para mi viaje.-

-Genial¡¡¡ creo que Vallecano podra con los dos, es un caballo bastante fuerte, a no ser claro que tengas montura propia.

Me levante sonriente y avanze hacia Vallecano, el humano al que le habia robado el pan se acababa de enterar y estaba hechando maldiciones por doquier.

-Vallecano, no se donde has aprendido a robar che...

Le guiñe un ojo al caballo y monte sobre el, me acerque a Itir y le ofreci un hueco.

-¿Montas?

- Si me disculpa un momento, primero me he de despedir de mi maestro y enseguida me reúno con usted.-

Levantándose de un salto comenzó a dirigirse hacia el centro del claro, realizando gestos de despedida a todos los sacerdotes con los que se cruzaba. Finalmente llego al anillo interior donde el Sumo sacerdote le esperaba apoyado en su bastón.

- Finalmente partes al encuentro de tu destino.- Afirmo imperturbable.

- Así es, iniciare mi viaje partiendo a Génova para presentar respetos en la tumba.- Respondió inclinando la cabeza con gesto de humildad.

La Gran sacerdotisa se acerco a los dos con un bol en las manos, en su interior un había un cataplasma rojizo fabricado con sangre de un cordero sacrificado, y diversas sabias de plantas. El Sumo sacerdote undio el pulgar de la mano izquierda en el cataplasma, y ungió la frente de Itir realizando un circulo concéntrico.

- Slán go Fóill, que tu camino sea placido y tus pasos rectos, cuando Awen te ilumine con su sabiduría vuelve a nosotros con las raíces bien sujetas a la madre tierra, mas grande y fuerte ascendiendo hasta el sol.-

- Slán go Fóill, Así lo haré, no pienso decepcionarle maestro.-

Acto seguido los dos realizaron un gesto de despedida.

Itir se giro y se dirigió hacia el borde norte del claro, donde recogió sus cosas. Seguidamente fue donde Growin le esperaba.

- Ya podemos partir.-

-Partamos peus, pero antes, yo de ti me quitaria esa sangre de la cabeza, los rituale sy eos esta muy bien pero... no me gustaria volver a encontrarme con los lobos ^^

miro hacia arriba.

-Aver... si el sol esta ahi... el norte esta... por alla¡¡¡

Aprete los costados del caballo y este comenzo a caminar en la direccion.

-Vamos ''pequeñin'' la aventura te espera.

- No se preocupe por los lobos caballero, mientras vaya conmigo no hay nada en el bosque que tenga que temer.-

Se ajusto la mochila a la espalda, coloco la maza en su cintura e izo una rápida plegaria en idioma antigua.

- Ya podemos partir.-